SV. HECTOR VELASQUEZ CARRILLO SECUESTRADO POR LA FARC en 1997
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jueves, 30 de agosto de 2012
miércoles, 29 de agosto de 2012
http://rptcolombia.com/familia-de-hector-velazquez-sigue-esperando-a-su-hijo-tras-15-anos-de-secuestro/
Familia De Hector Velázquez Sigue Esperando A Su Hijo Tras 15 Años De Secuestro

“Nuestra salud espiritual aún está con mucha vida para recibir a Héctor, al igual que la unión de mis otros hijos y demás familiares es muy grande, acompañado del poder de Dios, y es él quien nos da esa fuerza y ese sexto sentido que nos dice que se encuentra vivo, que tenemos esperanzas de verlo y tenerlo con nosotros”, manifestó.
“Según esta persona le suplicó a mi hijo que hicieran lo posible por traerlo a libertad porque Héctor era como un hermano para él y que por eso le dolía verlo en esas circunstancias. Que no lo dejaran morir en la selva, como lo ocurrido con el Capitán Guevara”, contó Pedro Jesús, que dio por ciertas el testimonio porque coincidía con informaciones de las que disponía la familia. Además también se enteró que el Frente 3 de la Farc ya no existía, al igual que el Frente 14.
“Al parecer el Frente 3 lo mantuvo por algún largo tiempo, además también, dijeron que muchos secuestrados estuvieron en manos de estos. A algunos los masacraron y otros los repartieron para otros frentes, nos confirmaron que al momento de la retención de Héctor se encontraba de civil e indocumentado, lo que nos ha complicado su búsqueda”.
La dificultad de saber sobre el Cabo hizo que el Ejército le exigiera a la familia pruebas físicas de supervivencia para reconocerlo y pedirlo como secuestrado, por lo que “nos han puesto contra la espada y la pared, al no querer reclamarlo y declararlo como secuestrado”.
Amigos y compañerosJueves 30 de agosto de 2012 día internacional de de los desaparecidos.En el marco del día internacional de las víctima de la desaparición forzada, La Asociación de Familiares de Detenido Desaparecidos ASFADES y la Oficina de Derechos Humanos de la Central Unitaria de Trabajadores - CUT Norte de Santander, los está invitando para que nos acompañen en la programa
Los eventos a realizar son los siguientes:
Día 30 de agosto.
7 A.M Eucaristía en La Catedral San José.
8 A.M Plantón en el Parque Santander con la participación de los familiares, amigos y organizaciones sociales afines.
10 A.M. Conferencia y duelo en la sede de la CUT.
VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS.
NO A LA IMPUNIDAD Y SI A LA JUSTICIA, A LA VERDAD Y REPARACION
Día 30 de agosto.
7 A.M Eucaristía en La Catedral San José.
8 A.M Plantón en el Parque Santander con la participación de los familiares, amigos y organizaciones sociales afines.
10 A.M. Conferencia y duelo en la sede de la CUT.
VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS.
NO A LA IMPUNIDAD Y SI A LA JUSTICIA, A LA VERDAD Y REPARACION
sábado, 14 de julio de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
LOS QUE NO ESTAN EN LISTA DE CANGEABLES
“A él lo secuestraron las Farc, pero el Gobierno lo desapareció”, afirma Enrique Celix, cuñado del sargento del Ejército Héctor Velásquez Carrillo, uno de los tres uniformados que permanece en poder de la guerrilla, pero que no hace parte de la llamada lista de canjeables.
Después de más de diez años sin pruebas de supervivencia o pronunciamientos del grupo guerrillero, la familia del sargento Velásquez, así como la del mayor Luis Demetrio Yepes, solo piden una cosa cada vez que se acerca la época de liberaciones unilaterales: que el Gobierno y las Farc reconozcan a sus seres queridos como secuestrados.
En la actualidad, diez oficiales -de los cuales seis serán liberados en las próximas semanas- aparecen en la lista de canjeables de las Farc. Otro uniformado que estaría en poder de la guerrilla, y del cual nunca se han recibido noticias, es el sargento César Augusto Pérez Torres, secuestrado el 5 de marzo de 1996 en Urabá, Antioquia.
Una vocera de la Fundación País Libre señaló que “el problema con estos uniformados que aparecen como desaparecidos, es que el Ministerio de Defensa exige pruebas de supervivencia para reconocerlos como secuestrados, por lo que se vuelve un círculo vicioso en el que sufren las familias”.
La espera de los Velásquez Carrillo
El 27 de julio de 1997, el sargento viceprimero Héctor Velásquez Carrillo se encontraba con un compañero, en un paraje de una carretera que comunica a San Antonio de Atenas, Caquetá.
La noche anterior había llamado a su hermana para informarle que tenía diez días de descanso. “Dijo que no iba a ir a Cúcuta, sino a visitar a un hermano en Bogotá y que mandaba la plata del transporte para que llevaran a su mamá al médico, porque estaba muy enferma”, cuenta Enrique, su cuñado.
Sin embargo, el oficial nunca viajó. “No sabemos qué pasó, parece que el compañero lo convenció de que se quedara”, explica Enrique y agrega que, cuando las hermanas de Héctor fueron al lugar donde fue visto por última vez, “las señoras de la tienda contaron que él se quedó solo, porque su compañero se fue a buscar quién le arreglara la moto. Cinco minutos después llegó una camioneta con gente armada de las Farc y se lo llevaron”.
Los familiares del sargento Velásquez afirman que él aparece como desaparecido en la Fiscalía, porque en ese momento la entidad no abrió el respectivo proceso. “Por eso lo declararon como desaparecido y, en una ocasión, las Farc nos mandaron a decir que no les interesaba darnos pruebas de supervivencia si el Gobierno no reclamaba a Héctor”.
“No lo dejen morir en la selva. No dejen que le pase lo mismo que al capitán Guevara”, le dijo un supuesto reinsertado de las Farc a un familiar del sargento Velásquez el año pasado, quien le advirtió que el militar se encontraba en delicado estado de salud.
Hace seis años, otro hombre les manifestó “allá les dejé al muchacho. Está bien de salud, en las montañas entre Santander y Boyacá”.
Sin embargo, la incertidumbre por el paradero del sargento Velásquez no ha parado en los catorce años y seis meses que lleva secuestrado. Su cuñado cuenta que, en las fechas especiales, la familia se reune en “medio de la tristeza. Además, don Pedro (el padre del sargento Velásquez), prohíbe que se celebre algo mientras su hijo no esté libre”. La espera le ha costado al anciano, de 72 años, el deterioro de su salud física y emocional.“Él era muy activo y ahora tiene muchas limitaciones físicas. Cuando se habla de liberaciones y no se menciona a Héctor, le afecta mucho”.
Uno de los momentos más difíciles para la familia Velásquez fue cuando tuvieron la falsa esperanza de que pronto verían al sargento en libertad. “Pensamos que lo iban a dejar libre porque nos dijeron que a Héctor lo estaban moviendo de campamento y en ese momento se hablaba de liberaciones unilaterales. Cuando pasaron los días y ni siquiera tuvimos noticias de él, don Pedro sufrió una trombosis por la angustia”, recuerda Enrique.